M adre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida acordaos
de mí, miserable pecador.
Ave María
A cueducto de las divinas gracias, concededme abundancia de
lágrimas para llorar amargamente mis pecados.
Ave María
R eina de los cielos y tierra, sed mi amparo y defensa en las
tentaciones de mis enemigos.
Ave María
I nmaculada Virgen María, Madre de Dios, alcanzadme de vuestro
Santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación.
Ave María
A bogada y refugio de los pecadores, asistidme en el trance de mi
muerte y abridme las puertas del Cielo.
Ave María