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BENDICIÓN DE LA NUEVA IMAGEN Y CAMPANA



El pasado día 7 de Febrero, el  Padre José Manuel ha bendecido la campana del Priorato San José y la nueva imagen del Beato Juan Pablo II.

Resumimos aquí los aspectos señalados en la homilía:

¿Por qué se bendicen las imágenes, u otros objetos? ¿Es lo mismo si están bendecidos o no?
La Bendición tiene tres fines:

1º) Implorar la protección divina sobre el objeto y sobre nosotros.

2º) Para distinguir el objeto y separarlo para un uso sagrado. Un objeto bendecido no podrá usarse para un uso profano. Y si necesitamos deshacernos de él hemos de hacerlo de un modo apropiado. Por ejemplo, quemándolo cuando es posible. Si es agua bendita, derramándola sobre una planta.

3ª) Implorar la presencia espiritual de Dios sobre el objeto. Pedimos en la Bendición que el espíritu de Dios se derrame sobre el objeto, al modo en como la lluvia cae sobre la tierra y la empapa.



Beato Juan Pablo II


 El milagro que llevó a la beatificación de Juan Pablo II fue la curación de una religiosa francesa, que sufría del morbo de Parkinson, Sor Marie Simon Pierre, y trabajaba en el reparto de maternidad de un hospital. Tenía la misma enfermedad de Juan Pablo II. Sus hermanas pidieron por ella al Papa apenas fallecido. Y Sor Marie Simon Pierre se curó de repente.

Para pasar de la beatificación a la canonización, acto proclamado por el Pontífice que implica la infalibilidad y establece el culto del santo universal, es necesario certificar un segundo milagro.

En presencia de su imagen hemos de implorar su intercesión y de imitar sus virtudes, de las cuales nos gustaría resaltar dos:
            Su ímpetu apostólico
            Su esclavitud Mariana. Es el Papa de la Virgen, esclavo de María.


Oración:
Unidos a tu siervo Juan Pablo II hacemos nuestra total consagración a ti, queremos ser por siempre todos tuyos, esclavos de tu amor y el de Jesús
TOTUS TUUS, MARÍA!!





LA CAMPANA


La campana del Priorato es un regalo que la familia Ocampo, Artesanos Campaneros de Arcos de la Condesa, ha hecho a la Fraternidad. Les estamos muy agradecidos. Dios se lo premie.












¿Cuál es la función de la campana en la liturgia Cristiana?

1º) Dar culto a Dios. Por eso la tocamos en las procesiones, u otras solemnidades.

Tiene una función de llamada al pueblo.  La campana convoca a los fieles a la iglesia: a ir a Misa, a los rezos, a los entierros…
Pero también hemos de ver que no sólo nos llama a los oficios litúrgicos, sino que también nos llama a la Vida Eterna. Es, la campana, recuerdo de la voz de Dios, que viene a revelarse, que nos llama a que volvamos a Él., que renovemos nuestra unión con él.

Tiene una función exorcizante contra el poder del maligno; y contra las inclemencias del tiempo, tempestades, tormentas, temporales… que, sabemos, muchas veces las produce el maligno. 


HISTORIA DE LA IGLESIA 1


La Historia de la Iglesia es la narración ordenada de los sucesos ocurridos y de los hechos realizados por la Iglesia, tanto en su desarrollo interior como en sus relaciones sociales, bajo la Providencia divina.

El objeto de la historia es la evolución externa e interna de la sociedad fundada por Jesucristo. Internamente es la ciencia de su doctrina, en sí y en sus fieles; y externamente es el contraste y relación con las demás sociedades humanas.

Su estudio es importante, entre otras razones por su misma excelencia, por ser divina; por su santidad de doctrina; por lo portentoso de su historia; por la santidad de sus miembros y por ser nuestra historia de católicos.

Podemos dividir esta historia en cuatro grandes bloques:
La Edad Antigua: desde la fundación de la Iglesia hasta el fin del Imperio Romano.
La Edad Media: desde el fin de la Edad Antigua hasta el Protestantismo.
La Edad Moderna: desde el Protestantismo hasta la Revolución Francesa.
Y la Edad Contemporánea: desde la Revolución Francesa hasta nuestros días.

Para el estudio de la Historia de la Iglesia existen diferentes fuentes de información que pertenecen al pasado: Monumentos, Tradiciones y Documentos. En la Iglesia estas tres fuentes se dan abundantemente.

CATEQUESIS


Actividades en el Priorato de San José


Con motivo del  AÑO DE LA FE
organizamos   CURSOS DE CATEQUESIS:

Enero, febrero y marzo, tema: LA CELEBRACIÓN DE LA LITURGIA

HORARIOS:

Sábados de 3.45 a 4.30 adultos y de 6.00 a 6.30 jóvenes. Podemos también organizar catequesis con otros horarios e incluso grupos fuera de esta casa, Las personas interesadas pónganse en contacto con nosotras para concretar lugares y horarios.

¡¡VEN A ESTUDIAR EL CATECISMO!!    PORQUE -FIDES EX AUDITUR-  LA FE ENTRA POR EL OÍDO

DECLARACIÓN DEL PAPA BENEDICTO XVI


Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

Vaticano, 10 de febrero 2013.

BENEDICTUS PP XVI

Hecho público en Consistorio el lunes 11 de febrero de 2013

MI CORAZÓN INMACULADO SERÁ TU REFUGIO


  
Éste es el lugar del mundo donde todo se hace fácil:
la tristeza, la partida, incluso el acontecimiento, y el adiós temporal y la separación.

El único lugar de la tierra donde todo se hace dócil.

Éste es el lugar del mundo en que la tentación se vuelca y se pone del revés, porque lo que aquí tienta es la sumisión y el ofuscamiento en la inmensidad del universo.

Nos han dicho tantas cosas, oh reina de los apóstoles, que no nos atraen los discursos.

Ya no tenemos más altares que los tuyos, ya no sabemos más que una simple oración.

Charles Péguy



MIÉRCOLES DE CENIZA 2013


BENEDICTO XVI
  
El verdadero discípulo no se sirve a sí mismo o al “público”, sino a su Señor, en la sencillez y en la generosidad: "Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.

La recompensa del justo es Dios mismo, el estar unido a Él, aquí abajo, en el camino de la fe, y al final de la vida, en la paz y en la luz del encuentro cara a cara con Él para siempre.

GRACIAS, SANTO PADRE

PALABRAS DE AGRADECIMIENTO DEL CARDENAL TARCISIO BERTONE, SECRETARIO DE ESTADO, AL FINALIZAR  LA SANTA MISA DEL MIÉRCOLES DE CENIZA DE ESTE AÑO:

Beatísimo Padre:

Con sentimientos de gran conmoción y de profundo respeto no sólo la Iglesia, sino todo el mundo, han recibido la noticia de su decisión de renunciar al ministerio de Obispo de Roma, sucesor del Apóstol Pedro.
No seríamos sinceros, santidad, si no le dijéramos que esta tarde hay un velo de tristeza en nuestro corazón. En estos años, su Magisterio ha sido una ventana abierta hacia la Iglesia y el mundo, que ha dejado pasar los rayos de la verdad y del amor de Dios, para dar luz y calor a nuestro camino, también y, sobre todo, en los momentos en que las nubes se adensaban en el cielo.

Todos nosotros comprendimos que precisamente el amor profundo que su Santidad tiene a Dios y a la Iglesia le ha impulsado a este acto, revelando esa pureza de ánimo, esa fe robusta y exigente, esa fuerza de la humildad y de la mansedumbre, junto a un gran valor, que caracterizaron cada paso de su vida y de su ministerio, y que pueden venir solamente del estar con Dios, del estar ante la luz de la Palabra de Dios, del subir continuamente a la montaña del encuentro con Él para volver a descender después a la Ciudad de los hombres.

Santo Padre, hace pocos días con los seminaristas de su diócesis de Roma, usted dijo que siendo cristianos sabemos que el futuro es nuestro, el futuro es de Dios, que el árbol de la Iglesia crece siempre de nuevo. La Iglesia se renueva siempre, renace siempre. Servir a la Iglesia con la firme convicción de que no es nuestra, sino de Dios, que no somos nosotros quienes la construimos, sino que es Él; poder decir con verdad: “Somos siervos inútiles. Hemos hecho lo que debíamos hacer” (Lc 17, 10), confiando totalmente en el Señor, es una gran enseñanza que usted, también con esta decisión sufrida, nos regala, no sólo a nosotros, pastores de la Iglesia, sino al entero Pueblo de Dios.

La Eucaristía es un dar gracias a Dios. Esta tarde nosotros queremos dar gracias al Señor por el camino que toda la Iglesia ha hecho bajo la guía de su santidad y queremos decirle desde lo más íntimo de nuestro corazón, con gran afecto, conmoción y admiración: gracias por habernos dado el luminoso ejemplo de sencillo y humilde trabajador en la viña del Señor, pero de un trabajador que ha sabido realizar en todo momento lo que es más importante: llevar a Dios a los hombres y llevar los hombres a Dios.

OREMOS POR EL PAPA


  
Oremus pro Pontifice nostro Benedicto,
Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non tradat eum in animam inimicorum eius.

Pater noster
Ave Maria
Gloria

***************

Oremos por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto,
El Señor lo conserve, lo llene de vida, lo haga bienaventurado en la tierra y no lo deje caer en manos de sus enemigos.

Padre nuestro
Ave María
Gloria




SANTO PADRE: TU ES PETRUS!



¡Tú eres Pedro! La roca visible sobre la que Cristo ha fundado su Iglesia Santa.
¡Tú eres Pedro! Vínculo de unidad y de comunión de los hijos de la Iglesia con Cristo y con los hermanos.
Benedicto XVI, ¡Tú eres Pedro! Humilde trabajador en la viña del Señor que es la Iglesia y el mundo entero.
A lo largo de estos casi ocho años Tú nos has conducido hasta la Piedra angular que es Cristo, Maestro y Señor nuestro.
No has cesado de anunciar con dulce voz y con fe firme que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida.
Has proclamado abiertamente que Cristo lo da todo y no quita nada.
Nos has recordado con humildad y con
valentía que sólo ante Dios hemos de arrodillarnos, nunca ante el mundo.
Nos has recordado permanentemente las altas exigencias que comporta el ser hijos de Dios.
Tu palabra de padre, hermano y amigo, ha sido en todo momento palabra luminosa, encendida, ilusionante. Pero también palabra provocadora, como provocador es el evangelio de Jesús. Penetrante como espada de doble filo como lo es la Palabra de Dios, Palabra viva y eficaz.
Desde el primer instante de tu Pontificado, vivido como servicio a Cristo, a la Iglesia y a la humanidad, fuiste signo de contradicción y bandera discutida. Pesada cruz que ejemplarmente cargaste sobre tus hombros ya cansados por el desgaste de tu dilatada vida. Cruz a la que te has abrazado y que en ningún momento has descargado de tus hombros, porque siempre has tenido la viva conciencia de ser siervo de Cristo -servus servorum Dei-.
Como el Pedro covertido después del Resurrección del Maestro, Tú no has buscado tu propia gloria sino la de Cristo.
No has buscado el aplauso del mundo, sino únicamente el ser servidor de la Verdad.
Has reinado sirviendo.
Has apacentado sufriendo.
Has sembrado con lágrimas.
Has guiado la nave sin soltar ni por un momento el  timón, pero dejando que las manos del Timonel invisible se juntaran y confundieran con las tuyas. Tus manos agarradas al timón fueron dóciles y se dejaron dirigir confiadamente por Aquél que tiene el poder de caminar sobre las aguas y de increpar la furia de los vientos y los oleajes de la mar.
Has soportado fuertes tormentas, has luchado contra los vientos huracanados, pero sin que en ningún momento se desdibujase en tu rostro el gesto de la dulce confianza, siempre seguro de que la fe es la fuerza que vence al mundo.
En las oscuras y frías noches de inclemencias y tempestades te hemos visto invocar a la Estrella, acudir a María, confiar en Aquella que es Madre de Dios, Madre de la Iglesia y Madre de todos los hombres.
Sin embargo, no han sido los asaltos del mundo ni sus brutales embestidas la causa de tus mayores sufrimientos.
Tu corazón gastado y herido se ha visto oprimido por la falta de unión y de comunión en el seno de la Iglesia.
Sólo Dios conoce cuánto ha sufrido tu corazón paternal, hasta el extremo de tener que gritar y suplicar a todos los miembros de la Iglesia, los Pastores y los fieles, que cesemos de mordernos y devorarnos los unos a los otros.
Sólo Tú sabes los motivos profundos y verdaderos que meditados en la presencia de Dios te han llevado a tomar la decisión que hoy a muchos  nos provoca un triste sentimiento de orfandad en el corazón.
Sabemos y creemos firmemente que es Cristo quien conduce y guía la nave de su Iglesia.
Sabemos y creemos firmemente que el Espíritu del Señor no abandonará nunca a la Iglesia.
Sabemos y creemos firmemente que el poder del infierno y las fuerzas del mal nunca prevalecerán  contra ella -portae inferi non praevalebunt adversum eam-
Beatísimo Padre: con el sentimiento de profunda gratitud por el precioso servicio de tu ministerio, también muchos sentimos la necesidad de pedirte perdón e implorar al Señor que nos perdone.
Pedimos perdón porque quizás ante tus llamadas paternales hemos sido soberbios  y superficiales.
Porque a tus enseñanzas hemos respondido con arrogancia y desinterés.
Porque hemos estado más pendientes de los eslóganes mundanos que de tu Magisterio.
Porque te hemos dejado solo ante los ataques de los lobos.
Porque no te hemos apoyado suficientemente con nuestra oración.
Porque no hemos sabido ver tu sufrimiento callado y silencioso.
Porque no hemos sabido valorar suficientemente el gran don que el Señor nos hizo  regalándonos tu persona al servicio de la Iglesia.
En definitiva, porque no hemos sabido estar a la altura del don de Dios.
Gracias, Benedicto XVI:
El Papa servidor de la Verdad.
El Papa de la adoración y de la contemplación.
El Papa liturgo y maestro de los sencillos.
El Papa de la belleza como camino para acercar Dios a los hombres y los hombres a Dios.
El Papa constructor de unidad y de comunión.
El Papa maestro de lo esencial.
El Papa humilde y tenaz.
El Papa fuerte que ha encarado a los lobos.
El Papa siervo de Cristo.
Un Papa Magno.
Gracias, Santo Padre. Contigo damos gracias al Señor y elevamos súplicas por la Iglesia en esta hora tan especial.

Hermanos de la Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa María Reina

LA FE ENTRA POR EL OÍDO



CURSOS DE CATEQUESIS:

Enero, febrero y marzo, tema: 
LA CELEBRACIÓN DE LA LITURGIA

HORARIOS:
Sábados
4.00 a 4.30 adultos
6.00 a 6.30 jóvenes

Podemos también organizar catequesis con otros horarios e incluso grupos fuera de esta casa, Las personas interesadas pónganse en contacto con nosotras para concretar lugares y horarios.

¡¡VEN A ESTUDIAR EL CATECISMO!!    PORQUE -FIDES EX AUDITUR-  
LA FE ENTRA POR EL OÍDO

ENAMORADOS DE DIOS


Lo más hermoso de esta vida de destierro es enamorarse de Dios, nuestro buen Dios, nuestro Creador, Salvador y Santificador. Nuestro Dios con Corazón tierno que llora cuando tú lloras igual que el amigo íntimo, igual que la madre buena.

Enamorarse de Dios trae la consecuencia de una alegría constante en el alma, donde todos los días hace sol y se goza de una temperatura agradable en lo más hondo del ser.

Enamorarse de Dios es el principio del enamoramiento de la creación y de las criaturas, reflejo de su hermosura infinita, donde se ve brillar a Dios en la bondad de las personas, en su bien hacer, en el buen querer, en la belleza, la ternura y el cariño, la dulzura y la fortaleza.

El verdadero enamoramiento de la criatura por Dios comienza en el alma. Primero el alma se encuentra con Dios en lo más profundo, muy dentro, en el centro de la propia persona; entonces la luz de Dios va inundando poco a poco a esa alma, va creciendo la gracia en ella a través de los Sacramentos, va creciendo el trato con Él a través de la oración. A la vez, el espíritu lo refiere todo a Él, practica las virtudes, comienza a gustar lo bueno y lo bello y luego el cuerpo se rinde a Dios por entero y se entrega a Él, de manera que se pone al servicio del prójimo en las obras de misericordia. En este momento es cuando se manifiesta el brillo de Dios, que fue creciendo desde dentro y que ahora sale hacia fuera en esa persona enamorada que busca la gloria del amado en todo.

Dios le sale por los poros, en la mirada está Él, mira como mira Él, está poseída por Dios. Él está en esa alma y sale hacia fuera de manera que contagia a quien la ve. Es el alma que tiene raíz, es el campo que recibió la semilla, enraizó en el centro del alma porque la tierra era buena, y ahora germina hacia fuera y brota y crece y produce los frutos buenos y abundantes del Espíritu.

Cuando la semilla cae entre espinos o en la piedra es como si cayera en la superficie del espíritu o del cuerpo, es la palabra que suena muy bonita, regala los oídos y gusta oírla, pero no brota en frutos buenos, porque no llegó al alma.

El alma enamorada de Dios está poseída por Él de tal manera que tiene como obsesión por agradarle, por alegrarle, por reparar ese Corazón que no recibe más que ingratitudes, y todo esto lo lleva a la práctica en el prójimo, de ahí vienen esas personas que no piensan en otra cosa más que en alegrar a los demás; en hacer agradable, a quienes le rodean, este paso por la vida; en hacer que otros se enamoren de Dios y poder así reparar su Corazón, amándole y acercándole almas para que le amen.

Amar a Dios de esta manera vale más que todos los holocaustos y sacrificios.

El alma poseída por Dios, enamorada de Dios, es un sol que tiene la hoguera de su fuego en el centro del alma, en Dios mismo, y que ilumina y da calor a los que tiene a su lado. Es imposible vivir junto a un alma enamorada de Dios y no darse cuenta.

Hoy doy gracias a Dios por haber puesto almas así en el camino de mi vida.

Madre Ana Mª de la Santa Faz