OBSTÁCULOS QUE ENCUENTRA LA
IGLESIA EN SU DESARROLLO: LOS BÁRBAROS
La
invasión de los bárbaros.- Los romanos llamaron bárbaros aquellos pueblos
que vivían fuera del Imperio.
En el siglo v, estos
pueblos, empujados por otras razas y por vivir en terrenos míseros y haber
aumentado su población, irrumpieron en el Imperio y se establecieron en el
occidente y norte de África.
La
Iglesia y los bárbaros.- Los pueblos bárbaros antes de la invasión, eran en
su mayoría arrianos o paganos. Alguno, como los godos, conocía el Cristianismo.
La Iglesia logró suavizar sus costumbres primero, para cristianizarlos después
y comunicarles su cultura.
Conversión
de los francos.- Por su contacto con los soldados romanos, algunos
conocían el Catolicismo, pero su total conversión tuvo lugar durante el reinado
de Clodoveo. Este rey, en cumplimiento de una promesa, se hizo bautizar, con la
mayoría de sus soldados, por San Remigio, Obispo de Reims, y Apóstol de los
francos, la víspera de Navidad.
Los
bárbaros en España.- A principios del siglo v penetraron en España los
suevos, vándalos y alanos, y más tarde los visigodos, que, victoriosos,
establecieron en la península el Reino Visigodo, que duró hasta la invasión de
los árabes.
Su
conversión.- Los visigodos eran arrianos y al principio persiguieron cruelmente a
los cristianos; pero más tarde y merced a la influencia de los tres santos
hermanos Obispos San Leandro, San Fulgencio y San Isidoro, comenzaron las
conversiones en masa.
San
Hermenegildo.- Primogénito del Rey Leovigildo, casó con la princesa católica
Ingunda, y fue enviado de gobernador a Andalucía. Convertido al catolicismo,
luchó contra su padre que desea imponer el arrianismo. Vencido, fue llevado
preso a Valencia y luego a Tarragona, donde fue degollado por no renegar de la
fe católica.
Los
Concilios de Toledo.- Fueron dieciocho y eran unas asambleas mixtas a las
que asistían los Obispos y los nobles con el rey, y en las que se trataban los
problemas religiosos y los civiles, lográndose la verdadera unidad religiosa y
política de la nación.
Recaredo.- A la muerte de
Leovigildo, le sucede su hijo Recaredo quien, siguiendo los consejos de San
Leandro, abjura el arrianismo en el Tercer Concilio de Toledo, junto con la
reina Bada, muchos obispos arrianos y la mayoría de la nobleza y el pueblo
visigodo. También en esta ocasión Recaredo declara la Religión Católica como
religión oficial del estado.
El
Cristianismo en las Islas Británicas: San Patricio, San Agustín.
Irlanda debe su conversión a San Patricio, que habiendo sido pastor y esclavo
de los sajones, creado Obispo, fue enviado allí por el Papa, como conocedor de
aquel pueblo. En Inglaterra, los sajones fueron convertidos por San Agustín y
cuarenta monjes que envió a estas tierras San Gregorio el Magno.
El
Cristianismo en Alemania: San Bonifacio.-El verdadero apóstol de los
germanos, fue San Bonifacio, enviado por el Papa como Obispo y legado suyo. Es
el fundador del Monasterio de Fulda, aún hoy sede y lugar de reunión de los
Obispos católicos de Alemania.