BENEDICTO
XVI
“El rosario es uno de los
signos más elocuentes del amor que las generaciones jóvenes sienten por Jesús y
por su Madre, María”.
“En el mundo actual tan
dispersivo, esta oración –el rosario– ayuda a poner a Cristo en el centro como
hacía la Virgen, que meditaba en su corazón todo lo que se decía de su Hijo, y
también lo que Él hacía y decía”.
“Cuando se reza el rosario,
se reviven los momentos más importantes y significativos de la historia de la
salvación; se recorren las diversas etapas de la misión de Cristo”.