Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios; y el Hijo,
es Dios. Nadie pone dificultad en manifestar que el Padre es Dios, pero sí en
que el Hijo de Dios es Dios mismo.
Hubo un hereje insigne que está a la cabeza de
todos los que niegan la Divinidad de Jesucristo, llamado Arrio que afirmaba que
Jesucristo había sido creado por el Padre.
Toda la Iglesia se levantó contra él y expuso
claramente en el concilio de Nicea que “Jesucristo
es el Hijo unigénito de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios
de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado”.
El Hijo pues, nació del Padre antes de todo tiempo,
porque es eterno.
Es Dios que nace de Dios.
Es de la misma sustancia, esencia y naturaleza que
el Padre
.