FRANCISCO
Donde haya odio y oscuridad, pongamos un poco de amor y de esperanza,
para darle un rostro más humano a la sociedad.
Todos los matrimonios pasan por momentos difíciles, pero estos
encuentros con la Cruz nos fortalecen para recorrer el camino del amor.
No nos hacemos cristianos por nuestras propias fuerzas. La fe es un
don de Dios que se nos da en la Iglesia y por medio de la Iglesia.
¡El perdón de Dios es más fuerte que cualquier pecado!
Pidamos al Señor ternura para ver a los pobres con comprensión y amor,
sin cálculos y sin temores.
¡Queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz,
queremos que en nuestra sociedad, destrozada por divisiones y por conflictos,
estalle la paz; nunca más la guerra! ¡Nunca más la Guerra! La paz es un don
demasiado precioso, que debe ser promovido y tutelado.
¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre
nuestras acciones al que no se puede escapar! Jamás el uso de la violencia
lleva a la paz. ¡Guerra llama guerra, violencia llama violencia!