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EL GRAN DÍA


D. PEREGRINO Y DIOS, UNO Y TRINO


AVENTURA EN ÁFRICA


HISTORIA DE LA IGLESIA 9

OBSTÁCULOS QUE ENCUENTRA LA IGLESIA EN SU DESARROLLO: LOS BÁRBAROS


La invasión de los bárbaros.- Los romanos llamaron bárbaros aquellos pueblos que vivían fuera del Imperio.
En el siglo v, estos pueblos, empujados por otras razas y por vivir en terrenos míseros y haber aumentado su población, irrumpieron en el Imperio y se establecieron en el occidente y norte de África.

La Iglesia y los bárbaros.- Los pueblos bárbaros antes de la invasión, eran en su mayoría arrianos o paganos. Alguno, como los godos, conocía el Cristianismo. La Iglesia logró suavizar sus costumbres primero, para cristianizarlos después y comunicarles su cultura.

Conversión de los francos.- Por su contacto con los soldados romanos, algunos conocían el Catolicismo, pero su total conversión tuvo lugar durante el reinado de Clodoveo. Este rey, en cumplimiento de una promesa, se hizo bautizar, con la mayoría de sus soldados, por San Remigio, Obispo de Reims, y Apóstol de los francos, la víspera de Navidad.

Los bárbaros en España.- A principios del siglo v penetraron en España los suevos, vándalos y alanos, y más tarde los visigodos, que, victoriosos, establecieron en la península el Reino Visigodo, que duró hasta la invasión de los árabes.

Su conversión.- Los visigodos eran arrianos y al principio persiguieron cruelmente a los cristianos; pero más tarde y merced a la influencia de los tres santos hermanos Obispos San Leandro, San Fulgencio y San Isidoro, comenzaron las conversiones en masa.

San Hermenegildo.- Primogénito del Rey Leovigildo, casó con la princesa católica Ingunda, y fue enviado de gobernador a Andalucía. Convertido al catolicismo, luchó contra su padre que desea imponer el arrianismo. Vencido, fue llevado preso a Valencia y luego a Tarragona, donde fue degollado por no renegar de la fe católica.

Los Concilios de Toledo.- Fueron dieciocho y eran unas asambleas mixtas a las que asistían los Obispos y los nobles con el rey, y en las que se trataban los problemas religiosos y los civiles, lográndose la verdadera unidad religiosa y política de la nación.

Recaredo.- A la muerte de Leovigildo, le sucede su hijo Recaredo quien, siguiendo los consejos de San Leandro, abjura el arrianismo en el Tercer Concilio de Toledo, junto con la reina Bada, muchos obispos arrianos y la mayoría de la nobleza y el pueblo visigodo. También en esta ocasión Recaredo declara la Religión Católica como religión oficial del estado.

El Cristianismo en las Islas Británicas: San Patricio, San Agustín. Irlanda debe su conversión a San Patricio, que habiendo sido pastor y esclavo de los sajones, creado Obispo, fue enviado allí por el Papa, como conocedor de aquel pueblo. En Inglaterra, los sajones fueron convertidos por San Agustín y cuarenta monjes que envió a estas tierras San Gregorio el Magno.

El Cristianismo en Alemania: San Bonifacio.-El verdadero apóstol de los germanos, fue San Bonifacio, enviado por el Papa como Obispo y legado suyo. Es el fundador del Monasterio de Fulda, aún hoy sede y lugar de reunión de los Obispos católicos de Alemania.


NACIÓ DE MARÍA VIRGEN




La concepción y nacimiento de Jesús de una Madre Virgen es un grandísimo milagro de Dios, que  por cierto, había sido profetizado por Isaías muchos siglos antes: “Una Virgen concebirá y  parirá un hijo, y le llamará Enmanuel -Dios con-nosotros-”
La Virgen María fue virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Ella es Virgen y Madre por un privilegio singular de Dios.  Las flores, cuando tienen fruto, pierden la flor, y no se ven en un mismo sitio la flor y el fruto; más la Virgen es la única flor que al mismo tiempo tiene entres sus pétalos purísimos e intactos, el fruto. Por eso el Profeta Ezequiel la presentó bajo la figura de la puerta oriental del templo:

”Esta puerta está cerrada, no se abrirá; no pasará por ella hombre; porque el Señor Dios de Israel ha entrado por ella; y quedará cerrada”

La Iglesia es católica porque es el espacio, la casa en la que se anuncia la fe entera

FRANCISCO

La Iglesia es católica porque es el espacio, la casa en la que se anuncia la fe entera, en la que la salvación que Cristo nos trajo se ofrece a todos.


La Iglesia nos hace encontrarnos con la misericordia de Dios que nos transforma, porque en ella está presente Jesucristo, que le da la verdadera confesión de fe, la plenitud de la vida sacramental, la autenticidad del ministerio ordenado.

En la Iglesia cada uno de nosotros encuentra lo que es necesario para creer, para vivir como cristianos, para ser santos, para caminar en todo lugar y en cada época.

En la Iglesia podemos escuchar la Palabra de Dios, con la seguridad de que es el mensaje que el Señor nos ha dado; en la Iglesia podemos encontrar al Señor en los sacramentos que son las ventanas abiertas por donde se nos da la luz de Dios, los arroyos de los cuales recogemos la vida misma de Dios.


EL EJEMPLO DE LOS SANTOS

       Santo Domingo de Guzmán, afligido en extremo por el poco fruto que obtenía en sus predicaciones, se quejaba humildemente ante el altar de la Virgen y oyó esta respuesta: “Domingo, tú cultivas una tierra que estará siempre estéril, hasta que caiga sobre ella la lluvia benéfica”… Y entendió que la lluvia había de ser la devoción del Santo Rosario, con la meditación de los divinos misterios que comprende. Y emprendió la predicación del Rosario y todos sabemos los frutos óptimos que obtuvo.
San Alfonso María de Ligorio asegura que el rezo del Rosario es lo más agradable a la Madre de Dios y convencido de ello paso en su ancianidad, largas horas recitándolo con mucha devoción.
San Luis Gonzaga y otros muchos santos han reconocido que sintieron su vocación en el rezo del Rosario con fidelidad.
 Santa Rosa de Lima asegura: “El Rosario contiene todo el mérito de la oración vocal y toda la virtud de la oración mental”
San Francisco Javier, aquel celosísimo misionero que tantas almas convirtió, rezaba diariamente los 15 misterios y hacía rezarlo a los convertidos y era su consuelo ver la fecundidad de su apostolado.

San José de Cotolengo, cuando fundó la Piccola Casa de Turín, puso a la Virgen del Rosario por su Patrona principal y dispuso el Santo, que fuera el Rosario uno de los principales ejercicios de sus moradores, debiendo rezar cada día los 15 misterios tanto las religiosas como los asilados.
En brevísimo tiempo llegaron a mil los asilados entre niños, ancianos y enfermos, y sin contar con medios humanos nunca les faltó comida, ni vestido, ni el dinero necesario para medicinas, camas, muebles. Este gran milagro continuo de la Providencia lo atribuyó el Santo al rezo diario del Rosario completo.
 P. Bernardo de Hoyos, santo jesuita español y apóstol incansable de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, se le apareció el 1 de octubre de 1730, fiesta del Santo Rosario, la Virgen Santísima y la acompañaban dos grandes santos españoles: Santo Domingo de Guzmán y San Ignacio de Loyola.
La Virgen le enseñó un rosario que traía y se lo colocó al P. Hoyos: era muy precioso y le dijo que aquellas ricas perlas, diamantes y pedrería eran figura de lo que se merece rezando el Rosario. Le declaró que eran predestinados todos cuantos rezasen el Santo Rosario con devoción y afecto; pero que NO aquellos que sólo lo rezan con la boca, y están muy lejos del corazón de los que rezan. Y añadió: “Hasta ahora ninguno se ha condenado, ni se condenará en adelante, que haya sido verdadero devoto de mi Rosario”.


Los SANTOS se ha aferrado a esta cadena de salvación y con ella han reposado y alegrado su alma, han gozado, dando expresión a su cariño por la MADRE de DIOS y MADRE nuestra; han salvado muchas almas y han librado del Purgatorio a millones de atormentados en aquel lugar de expiación. Y en fin, con esta devoción aseguraron su salvación y aceleraron su santificación, obteniendo una gran recompensa en el cielo.

EL PILAR



Omnipotente y eterno Dios, que mediante la gloriosísima Madre de tu Hijo, maravillosamente nos preparasteis celestial defensa; concedednos propicio que, cuantos la veneramos con piadosa devoción en el especial título del Pilar, seamos protegidos con su perpetuo auxilio. Por el mismo S.N.J.C.

EN TIEMPOS DE LUCHA: EL ROSARIO

Entramos en el último cuarto del SIGLO XX. Estamos en un período de combate implacable.
Tenemos a la vista una perspectiva de lucha religiosa que se manifiesta claramente en los más graves errores antirreligiosos:
Ateísmo, herejías, progresismo, contestatarios, indiferentismo, hedonismo…añadiendo a esto una variedad de sectas tan extravagantes que llega a parecernos inverosímil; sin embargo, hay muchísimas personas que aceptan y abrazan semejantes deslates.
¿Cuál es la causa?
Para mí, la causa es: El engaño que está haciendo el demonio a tantas almas.
El demonio tiene mucho interés en hacer creer a todos que NO existe.
Satanás es el Padre de la mentira; desde el principio es el GRAN EMBUSTERO porque es el grandísimo envidioso. ¡Qué envidia tan grande nos tiene el demonio a los hombres!
“La serpiente me ha engañado”, dijo Eva a Dios cuando le preguntó: “¿Por qué has hecho eso?”.
Todos lo sabemos, la serpiente era el demonio en ella escondido…
Hoy existen en el mundo muchos millones de personas engañadas por el diablo. Las inspira que no hay demonios, que no hay infierno, que todo ello es un disparate, un absurdo. Que no puede haber castigos eternos, que era cosa de los curas, y otras cosas parecidas. ¡Todas mentiras!
Después del primer pecado del hombre en el Paraíso Terrenal, Dios dijo a la serpiente, que es el diablo o Satanás: “Enemistad entre ti y la Mujer, a quien has engañado, entre tu descendencia y la suya, Ella te aplastará la cabeza”
Esta Enemistad, esta lucha entre Satanás y la Mujer, que es María Inmaculada, o sea entre la raza de la Virgen y la del diablo, es hoy más enconada que nunca, más terrible que hasta ahora, porque sabe el diablo que le queda poco tiempo.
Por eso, porque sabe el diablo que se acaba su tiempo. El tiempo de engañar a los hombres, está más furioso, más agresivo contra los hijos fieles de María, es decir contra los predestinados. (Los otros los considera como seguros, aunque…) y es preciso prepararnos y esforzarnos con toda clase de armas espirituales para dar la gran batalla, la última batalla en la que será vencido y confinado por San Miguel Arcángel en el infierno hasta que Dios quiera.
Y ¿Qué arma debemos emplear para derrotar a tan formidable enemigo?
El arma y el valor y el tesón y la energía y la constancia y el triunfo nos ha de venir de la Mujer que aplastó la cabeza del enemigo infernal, es decir, de la virgen Inmaculada.
El arma terrible y triunfadora es: ¡El Santo Rosario!
Del libro: EL ROSARIO


REGINA MUNDI




TOTUS TUUS




HISTORIA DE LA IGLESIA 8

LA VIDA MONÁSTICA

El fundamento de la vida monástica está en aquella frase de Cristo: “Si quieres ser perfecto, anda, vende cuanto posees y dalo a los pobres; y después ven y sígueme.”

Sus fases son: Los ascetas, que practicaron la continencia y pobreza, sin abandonar el mundo; los solitarios o anacoretas, que vivían en el desierto, y los cenobitas, que vivían en monasterios, bajo la dirección de un superior y sujetos a una regla.

San Pablo el Ermitaño fue el primero y modelo de los anacoretas. Nacido en Tebaida (Egipto), huyó al desierto, en la persecución de Decio, donde vivió en una cueva durante noventa años.

San Pacomio fue el fundador de la vida cenobítica. Su Regla está basada en los consejos evangélicos: pobreza, castidad y obediencia, ordenando además la oración, el trabajo, la penitencia y el silencio.

San Benito de Nursia (Italia) fue el verdadero legislador y fundador del monacato en Occidente. En la cumbre de Monte Casino levantó el célebre monasterio que es considerado como la Casa Madre de la familia benedictina. En España son célebres los de Siles y Montserrat. Poco antes de morir fundó la rama de mujeres.


La Regla de San Benito, base de todas las órdenes Religiosas de la Edad Media, y cuyo lema es “ora y trabaja”, establece las obligaciones y ocupaciones de los monjes, a los que pretende llevar a la más sublime perfección cristiana por la práctica de los consejos evangélicos.

QUE FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO


Jesucristo, Dios Eterno, por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre.


En el seno de la Virgen María formó el Espíritu Santo de la sangre purísima de Nuestra Señora un cuerpo sumamente perfecto; y lo formó Él mismo con su omnipotencia, Creó al mismo tiempo un alma; y ésta la creó de la nada, como crea las almas de todos los hombres; y la unió a Aquel cuerpo. Más al mismo tiempo y desde su primer instante a este cuerpo y alma así unidos, es decir, a esta naturaleza humana, se unió la segunda persona de la Santísima Trinidad, y resultó ser Dios y hombre. 

Donde haya odio y oscuridad, pongamos un poco de amor y de esperanza

FRANCISCO


Donde haya odio y oscuridad, pongamos un poco de amor y de esperanza, para darle un rostro más humano a la sociedad.

Todos los matrimonios pasan por momentos difíciles, pero estos encuentros con la Cruz nos fortalecen para recorrer el camino del amor.

No nos hacemos cristianos por nuestras propias fuerzas. La fe es un don de Dios que se nos da en la Iglesia y por medio de la Iglesia.

¡El perdón de Dios es más fuerte que cualquier pecado!

Pidamos al Señor ternura para ver a los pobres con comprensión y amor, sin cálculos y sin temores.

¡Queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz, queremos que en nuestra sociedad, destrozada por divisiones y por conflictos, estalle la paz; nunca más la guerra! ¡Nunca más la Guerra! La paz es un don demasiado precioso, que debe ser promovido y tutelado.
¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones al que no se puede escapar! Jamás el uso de la violencia lleva a la paz. ¡Guerra llama guerra, violencia llama violencia!


PRODIGIOSA MULTIPLICACIÓN DE LAS SAGRADAS FORMAS

Día de la Virgen, 8 de septiembre.

 La iglesia está llena de jovencitos: seiscientos que han de comulgar.

Se ha preparado un copón lleno de Hostias que San Juan Bosco consagrará en la Misa que está próximo a celebrar.

Pero se olvida el sacristán de llevarlo al altar, y sólo se acuerda después de la consagración. El olvido no tiene remedio.

Qué desilusión la de estos centenares de hijitos de Don Bosco, que, en la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen, iban a recibir la Comunión de manos del amado padre.

Nada saben ellos; se van llegando al comulgatorio. Nada sabe tampoco Don Bosco. Abre el Sagrario y no ve en él sino  un pequeño copón con unas cuantas Hostias. Mira bien, pero nada más encuentra. Cae en la cuenta de que el sacristán se ha distraído.

Alza los ojos al cielo y habla de esa suerte a la Madre de Dios:
-Señora, ¿Y dejarás a tus hijos que se vuelvan en ayunas?

Toma el coponcito y empieza a dar la Comunión.
Aquellas pocas formas se van multiplicando.

El sacristán, que había quedado profundamente apenado por su olvido, contempla atónito el prodigio.

Terminada la Misa, muestra a Don Bosco el copón olvidado en la sacristía.

-¿Cómo ha podido dar la Comunión a tantos centenares con tan pocas Hostias?-pregunta el sacristán-. Es un milagro, Don Bosco. ¡qué milagro acaba de hacer usted!

-¡Bah! Contestó el Santo con toda naturalidad-, junto al milagro de la transubstanciación que obra el sacerdote al consagrar, el de la multiplicación de las Hostias es insignificante. Pero, además, lo ha obrado María Santísima Auxiliadora.


A SAN MIGUEL


Oh Dios, que, con admirable orden distribuyes los ministerios de los ángeles y de los hombres; concede propicio que nos protejan en la tierra los que sin cesar te asisten en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.


EL TEMPLO DE DIOS

Es admirable constatar la educación de algunas personas cuando, solas o en pequeños grupos, visitan museos u otros lugares públicos; o cuando en grupos mayores acuden a conferencias, el silencio, la atención, la compostura…, el “saber estar” de los asistentes, contribuye a crear el marco más adecuado para la expresión artística y, además, la mejor forma de captar la belleza y el mensaje de la obra. Y eso que ni las obras de arte ni sus autores son inmortales, como algunos pretenden considerar.

Contrasta, sin embargo, con la conducta que se observa en muchos templos católicos. Cuántos de los supuestos fieles entran de cualquier manera, sin ser capaces de reconocer la presencia de “El que vive por los siglos”. En muchos de ellos no se aprecia el obligado saludo litúrgico: La Señal de la Cruz y la Genuflexión; parece como si al entrar no les guiasen la Fe y la Piedad, sino la curiosidad o el deseo de encontrar un asiento.

No entraremos a valorar en toda su extensión, el hecho de que al Santísimo se le haya desterrado del centro del Altar Mayor para colocarlo en alguna Capilla lateral, como si la Presencia del Santísimo ya no fuera tan importante como la Asamblea y su Presidente; o como si la mina de arte que se concentraba en el Altar Mayor, hubiera dejado de servir para realzar la Augusta Presencia de Dios, prostituyéndose para satisfacer al Turismo y a oscuros intereses culturales. Cuántas veces al visitar los templos, hemos tenido que preguntar como María Magdalena ¿Dónde le habéis puesto?

Y cuanto mayor y más famoso es el Templo, con mayor virulencia es atacado por este mal espíritu. Así hemos visto Iglesias acondicionadas para exposiciones, espectáculos, sustituidos los bancos por sillas plegables, o sillones de plástico… Hemos visto incluso algún escenario en las naves de una conocida Basílica. Y nos alarma la falta de sentido común, de quienes siguen la no precisamente piadosa idea de retirar los reclinatorios de los bancos; de esta forma los fieles no se arrodilla en ningún momento del Santo Sacrificio de la Misa… Mucho nos tememos que la Fe en la presencia de Real de Cristo, se haya degradado en los pastores que tales cosas han permitido en los Templos.

De libro “RESPETEMOS EL TEMPLO SANTO DE DIOS”

No caigamos nosotros en eso mismo, respetemos el Templo, utilicemos agua bendita, arrodillémonos, guardemos silencio y ambiente de oración cuando entremos en la Casa de Dios. Porque es la Casa de Dios.


SANTA MARÍA REINA 2013














HISTORIA DE LA IGLESIA 7

LOS SANTO PADRES Y ESCRITORES ECLESIÁSTICOS

Padres Apóstólicos.-
Se llaman Padres Apostólicos a aquellos escritores eclesiásticos que fueron oyentes directos de los Apóstoles. Los principales fueron: San Clemente, San Ignacio Antioqueno, San Policarpo y San Papías.

Los Apologistas._
Fueron hombres doctos que defendieron la verdad de la fe cristiana contra las acusaciones y calumnias de los perseguidores, y la pureza de la fe contra los herejes. Sus escritos se llaman Apologías. Sobresalieron San Justino, Minucio Félix y Atenágoras.

Los Polemistas.-
Fueron sabios cristianos que dirigieron sus escritos y discursos a refutar los errores de los filósofos paganos. Merecen especial atención San Ireneo, Tertuliano y Orígenes.

Padres de la Iglesia Oriental.-
Fueron San Atanasio, San Basilio, San Gregorio Nacianceno y San Juan Crisóstomo.
San Atanasio  fue el martillo del arrianismo y el incansable defensor de la doctrina católica .
San Basilio, Obispo de Cesárea, se distinguió por su elocuencia, por su caridad hacia los pobres y su amor al monacato.
San Gregorio Nacianceno fue orador elocuentísimo, teólogo profundo y el campeón de la unión de las dos Iglesias.
San Juan Crisóstomo, Patriarca, como el anterior de Constantinopla, fue seguramente el mayor de los oradores cristianos; infatigable defensor de la virtud y fustigador de los vicios, murió en el destierro por esta causa.
Padres de la Iglesia Latina fueron San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio Magno.
San Ambrosio, siendo Gobernador de Milán y aún catecúmeno, fue proclamado Obispo por aclamación. Modelo de Obispos, escribió sapientísimos libros y sus sermones decidieron la conversión de San Agustín.
San Jerónimo fue de vida muy austera y de un talento extraordinario. Por dominar el latín, griego y caldeo, el Papa San Dámaso, de quien fue secretario, le encargó la versión al latín de la Biblia, la cual se llama Vulgata.
San Agustín, convertido del maniqueísmo, fue nombrado Obispo de Hipona y es el más grande teólogo de todos los Padres de la Iglesia. Entre sus innumerables obras destacan Las Confesiones y la Ciudad de Dios.
San Gregorio Magno, de familia ilustre, fue Prefecto de Roma. Vistió el Hábito benedictino y nombrado Papa contra su voluntad, fue el más importante Pontífice de la Edad Antigua. A él se deben la reforma de costumbres, la renovación del canto litúrgico, la evangelización de Inglaterra y la formación del Estado Pontificio.


CREO EN JESUCRISTO SU ÚNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR


Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios; y el Hijo, es Dios. Nadie pone dificultad en manifestar que el Padre es Dios, pero sí en que el Hijo de Dios es Dios mismo.
Hubo un hereje insigne que está a la cabeza de todos los que niegan la Divinidad de Jesucristo, llamado Arrio que afirmaba que Jesucristo había sido creado por el Padre.
Toda la Iglesia se levantó contra él y expuso claramente en el concilio de Nicea que “Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado”.
El Hijo pues, nació del Padre antes de todo tiempo, porque es eterno.
Es Dios que nace de Dios.

Es de la misma sustancia, esencia y naturaleza que el Padre

EL VERDADERO TESORO

FRANCISCO

Alocución antes del rezo del Ángelus. Domingo 11 de agosto.

Hay un deseo que todos nosotros tenemos en el corazón. El Evangelio de este domingo (Lc 12,32-48) nos habla del deseo del encuentro definitivo con Cristo, un deseo que nos hace estar siempre preparados, con el espíritu despierto, porque esperamos este encuentro con todo el corazón, con todo nuestro ser.

¿Dónde está tu tesoro?

Alguno me responderá: Padre, pero yo soy uno que trabaja, que tiene familia, para mí la realidad más importante es sacar adelante a mi familia, el trabajo… Cierto, es verdad, es importante. Pero ¿Cuál es la fuerza que tiene unida a la familia? Es justamente el amor. Y quien siembra el amor en nuestro corazón es Dios. 

El amor de Dios es el que da sentido a los pequeños compromisos cotidianos y también ayuda a afrontar las grandes pruebas. Este es el verdadero tesoro del hombre. Ir adelante en la vida con amor, con aquel amor que el Señor ha sembrado en el corazón.

Pero el amor de Dios ¿Qué es? No es algo vago, un sentimiento genérico; el amor de Dios tiene un nombre y un rostro: Jesucristo.


LOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA

Tanto Santa Margarita Mª de Alacoque como los niños de Fátima tienen su doctrina y sus cosas peculiares, pero también las tienen comunes: ambas presentan el CORAZÓN, el de Jesús, con una corona de espinas y la cruz; el de María, con una abrazadera también de espinas y ambos se quejan de las punzadas producidas por los pecados de los hombres.

Ambos manifiestan, con las llamas que salen de su corazón, el amor indecible que nos tienen… y también la tibieza y frialdad de nuestro proceder para con Ellos.

Ambos piden oración y sacrificio en días señalados y comunión reparadora; los nueve primeros viernes y los cinco primeros sábados.

Ambos prometen la vida eterna
a las almas fieles en cumplir estos requisitos
y la protección en esta vida.

Santa Margarita asegura que los Sagrados Corazones están tan unidos que no se puede entrar en uno sin entrar en el otro.

Los niños de Fátima dicen que nadie los separe, que los honren siempre juntos.

Fijémonos que Santa Margarita Mª era una religiosa salesa, muy instruida y bien formada desde niña…

Los niños de Fátima, unos pastorcillos ignorantes que exponen enseñanzas que admiran a los mismos teólogos. ¡Hay que ser ciegos para no ver aquí el dedo de Dios!


El 10 de Diciembre de 1925 se apareció el Corazón de María a Sor Lucía haciéndole la GRAN PROMESA de la comunión reparadora en los 5 primeros sábados de mes, con que promete la salvación eterna a las almas que lo hagan con las debidas disposiciones.

En 1929, estando Lucía en Tuy, tuvo una nueva revelación que vino a enriquecer el mensaje de Fátima.
El CORAZÓN DE MARÍA VINO A ESPAÑA a pedir la CONSAGRACIÓN DE RUSIA a su INMACULADO CORAZÓN